Acerca del festival de Viña del Mar

Dos cosas me llamaron la atención del Festival de Viña del Mar, la primera la participación de Grupo Bolivia, en la competencia folclórica que no gano ningún premio a pesar de haber llegado a la final. Algo realmente digno de destacar puesto que después de mucho tiempo un grupo boliviano participa nuevamente en este festival internacional y lo mas importante de todo, es el hecho de que han dado el primer paso, para que otros grupos bolivianos se interesen por participar en esta competencia folclórica.

Lo segundo, la muestra en el mismo festival de la diablada como parte del folclore chileno y bueno a pesar de lo que puedan pensar, la diablada de Oruro y la diablada de chile, son dos cosas distintas con un infinito de diferencias.

La diablada de chile se puede entender en el siguiente parrafo:

Desde su nacimiento como un autosacramental, ha representado la lucha del bien y el mal. El bien simbolizado en el personaje de San Miguel Arcángel y el mal por los diablos que representan los siete pecados capitales. Llega a América hacia 1800 con los misioneros. Actualmente mantiene plena vigencia en Perú, Bolivia y Chile con múltiples variantes y generalmente adscrita a ceremoniales religiosos.
Margot Loyola y Osvaldo Cádiz cuentan que antiguamente en Chile era costumbre que durante la fiesta de la Virgen de la Tirana, diablos o diablillos figurines de distintas cofradías, se juntasen en determinado momento formándose una comparsa de diablos. Un indeterminado número de bailarines realizan una danza colectiva de gran espectacularidad bailando durante la noche en torno a fogatas.
En el año 1956 la Diablada Ferroviaria procedente de Oruro (Bolivia), fue invitada a participar en dicha fiesta. Esta visita motivó a Gregorio Ordenes, antiguo guía de la comparsa de diablos, a crear la primera Diablada chilena, con el nombre de Primera Diablada Servidores Virgen del Carmen, con sede en Iquique.

Por otro lado la diablada de Oruro - Bolivia, es algo mas complejo, con un origen, una historia, una mística, representando algo particularismo de nuestro país y en especial del departamento de Oruro que se resumen en lo siguiente:

Para el hombre de los andes desde el comienzo existieron seres espirituales de naturaleza maligna, que no eran odiados sino respetados. Este es el caso de Supay que era un pequeño dios solitario y destructor, al que rendían culto temerosos porque desde sus alforjas derramaba la inmensa variedad de males que conoce el mundo, que cruzaba cual vagabundo despojado ya de su flauta que tiempo atrás solía tañer con arte encantador para su padre el Sol.

Un día, cuando ya vinieron los españoles con su diablo, este le preguntó a Supay:

¿Quién eres? Supay, ¿y tú quién eres? Yo soy Satanás.

Una vez vencidos los indios, Satanás le invitó a Supay a irse con él para que le enseñara muchas cosas. Pero Supay no quiso y prefirió quedarse con los indios:"... y huyó para esconderse en las quiebras de las montañas y en las rocas... y sólo reaparece para ayudar a sus antiguas víctimas. hora es él quien cuida de las llamas de las vacas, de los asnos cuando están en peligro.

Además en ORURO es el único lugar en el mundo donde los diablos se pasean por la casa del señor, esta paradoja tiene matices completamente cristianos y se configura en la ambivalencia, por que se origina en la pleitesía al tío de la mina para luego salir de los socavones y postrarse ante los pies de la virgen del Socavón.

Así que no debemos confundirnos, el hecho de que Bolivia no explote la belleza de su folklore, no es razón, para que otros países abrazen algunas expresiones como suyas sin merecerlo y peor aun, con tan poco capacidad técnica y científica para respaldar esas afirmaciones. Por mi parte creo que lo que debemos hacer, es apoyar de todas las maneras posibles, a nuestro folklore, que de un tiempo a esta parte esta siendo manoseado y hasta robado por los países vecinos como Peru, que va a tocar "morenadas" o diabladas con ritmos de creados en nuestro pais, como suyos, y sin la capacidad de mostrar la verdadera belleza y armonia que esos bailes representan y que solo lo pueden disfrutar en el carnaval de Oruro - Bolivia.